Predisposición a compra: los usuarios son los que están buscando ese producto, por lo que el proceso de venta se simplifica. Sencillamente hay que estar presente donde el consumidor va a consultar para que opte por los productos de nuestra tienda virtual.
Escaparate abierto: los agregadores más importantes reciben millones de consultas mensuales para decidir sobre sus compras. El espacio en esos portales es, por tanto, un gran escaparate para los productos y para la empresa.
Interacción con el consumidor: los agregadores se han convertido un entorno de opinión libre para el consumidor donde puede verse exactamente la valoración del usuario y actuar en consecuencia, mejorando los aspectos menos favorables y potenciando la buena imagen de nuestra marca.
Enfoque de esfuerzos: existen agregadores generales en los que los productos se segmentan por filtros según las peticiones, pero también existen agregadores específicos según sector que pueden impulsar de manera directa las ventas.
Competencia e información: la información sobre las empresas que venden productos similares es fundamental y los agregadores son un buen espacio para realizar estrategias de venta avanzadas con toda la información del sector y la competencia. Ya no sólo se trata de ofrecer productos de forma atractiva, sino de dar valor añadido a las ventas que realizamos en comparación con las empresas competidoras.